Lágrimas por un Lunes Santo con sabor agridulce

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Este Lunes Santo realizaba su salida procesional como de costumbre, la Hermandad del Señor de la Humildad y Paciencia y la Virgen de Las Lágrimas y Esperanza.

A las seis de la tarde se abrieron las puertas de San Telmo, tras la cruz de guía de la corporación del Lunes más cofrade del año, penitentes con antifaz rojo y túnica blanca, ese rojo pasión que simboliza la Pasión que vivió Jesús de Nazaret, hermanos con insignias pertenecientes a la Hermandad, los acólitos que acompañan a nuestro Señor Humilde y Paciente, que en su postura pensante reflexiona sobre todo lo que le ha pasado, está pasando y lo que pasará, y que con su humilde mirada vela por los que lo necesitan, como esa bendita mirada que cautiva a quien sea que cruce su mirada con Él, el Señor de la "Piedra" como es conocido vulgarmente desde décadas en nuestra Chiclana Cofrade salía, con marchas como "Medea", o "El Alma de Triana" y en pocos minutos se plantaba en Carrera Oficial acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Buena Muerte de Palencia, un año más, y son varios, los lo que lleva acompañando al Señor.

Tras el paso de Cristo llegaron los nazarenos con antifaces verdes y túnicas blancas, esas túnicas verdes que anuncian la llegada de la Virgen de Lágrimas y Esperanza. Esa Virgen que consigue con su dulce mirada convertir esas Lágrimas en Esperanza. Acompañada por la Banda de Música del Perdón de La Rinconada (Sevilla).

Todo transcurría con normalidad, y se vivieron bellos momentos en la Carrera Oficial, como también se vivieron en el tránsito camino de la Iglesia Mayor para realizar su Estación de Penitencia.

Pero todo se complicó cuando al salir el Señor de la Humildad de la Iglesia Mayor, tras realizar su Estación de Penitencia, cayeron las primeras precipitaciones, sin intensidad pero al fin y al cabo precipitaciones. Se decidió acortar recorrido, eliminando parte del itinerario, en concreto, se decidió no pasar por el Santo Cristo.

La Virgen de la Esperanza salió de la Iglesia Mayor y de nuevo cayeron gotas de lluvia por lo que se decidió acortar por calle Larga.

El Cristo por un recorrido y la Virgen por otro, así se decidió para no entorpecer el camino de alguno de los dos pasos en caso de que lloviera con mayor intensidad.

Los dos pasos proseguían su camino y en la Iglesia de Jesús Nazareno se dieron el encuentro, el paso de Palio dejó que el paso de Cristo fuera en primer lugar como así es de costumbre.

Y llegaron a su Templo. El paso de Cristo con ritmo elevado y prácticamente sin parar se encaró frente a la puerta de su Templo y con sonoros aplausos entró en la Iglesia de San Telmo a los sones de la Marcha Real.

La Virgen de Lágrimas y Esperanza tardó más en entrar, a pesar de que su cortejo se recogió por una de las puertas secundarias, nos quiso alargar a los chiclaneros un Lunes Santo que no debió acabar tan pronto y que ya en la última calle a sones de "Encarnación Coronada" nos hizo vivir uno de esos momentos que son difíciles de olvidar y con los que consigues comprender por qué eres cofrade. Y sonó el Himno Nacional por parte de la Banda de Música del Perdón y así acabó un Lunes Santo a las nueve y media de la noche y que nos dejó a medias. Tan sólo por unas gotas de agua. Dicen muchos ahora que ven que esas gotas no llegaron a más pero personalmente apoyo la decisión de volver al templo rápidamente, no han llegado a más, pero podrían haber llegado y las salidas procesionales son todos los años pero si las imágenes sufren daños por las lluvias tal vez no vuelvan a ser las mismas, al menos para algunos. Ahora toca luchar por un nuevo Lunes Santo, ánimo a todos los herman@s de la corporación del Lunes Santo. ¡Que no falte la Paciencia y la Esperanza!

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