¿Ensayo o entreno?

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El próximo 2 de diciembre, tendrá lugar en Chiclana una gymkana cofrade organizada por la Cofradía de la Borriquita y, para su promoción, se ha publicado un spot, donde aparece un joven caminando al compás, mientras silba la marcha “Alma de Dios” Éste es interrumpido por otro joven que le pregunta a que se debe tan curioso comportamiento, respondiendo que se encuentra entrenando para la referida gymkana. El segundo joven, asombrado, le pregunta que se referirá a que está ensayando. Tras una breve explicación, este segundo joven se anima y le comenta que habrá que ensayar, matizando en esta ocasión el primero, y con un fuerte énfasis en el término, que habrá que entrenar. Ambos se agarran por la espalda y a los sones clásicos de Alma de Dios comienzan a recorrer la Plaza Mayor.

Este vídeo promocional trae de nuevo a la palestra un tema que ya llenó de debates innumerables grupos de WhastsApp e incendió algún que otro perfil en las redes sociales. Hablamos de la nomenclatura correcta o adecuada para las citas preparatorias de los costaleros de cara a una salida proceisonal. ¿Entreno o ensayo? He ahí el dilema.

Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la palabra entreno viene definida como la “acción y efecto de entrenar o entrenarse”, es decir, “preparar o adiestrar personas o animales, especialmente para la práctica de un deporte”. En cuanto al término ensayo, la Real Academia lo define como la “acción y efecto de ensayar”. Si nos vamos a la definición de ensayar, entre las definiciones que nos aporta el diccionario, encontramos que se puede entender como “preparar el montaje y ejecución de un espectáculo antes de ofrecerlo en público”, también se define como “hacer la prueba de cualquier tipo de actuación, antes de realizarla”, siendo su última acepción la más genérica, la cual viene a decir que se trata de “probar o hacer algo para ejecutarlo después más perfectamente o para no extrañarlo”.

Por tanto, desde un punto de vista estrictamente lingüístico, no parece del todo acertado el término entrenar para referirse a la preparación que realizan los costaleros de cara a una próxima salida procesional, dado que en su definición se acota la preparación a la práctica de un deporte, no estando la costalería reconocida como tal. En cualquier caso, parece más adecuado emplear el término ensayar, ya sea porque entendamos la función del costalero como parte de un espectáculo público o simplemente atendiendo a sus acepciones más genéricas donde se nos habla de hacer algo para ejecutarlo más perfectamente en un futuro, sin delimitar la acción a un ámbito concreto.

Pero en este mundo de las cofradías y, especialmente en el de la gente de abajo, los argumentos lingüísticos pierden valor frente a otros basados en los sentimientos y la tradición. Y es precisamente en este terreno donde puede estar el origen de la discrepancia. Los defensores del término “ensayar” abogan por la tradición que existe en nuestra ciudad por llamar de esa forma a la ya mencionada preparación de los costaleros, frente a los que apuestan por el término “entrenar” que se basan en cierto romanticismo por recuperar una  serie de palabras usadas antaño por capataces en la época de las cuadrillas profesionales. Si bien es cierto, que en Chiclana apenas se ha usado la palabra “entrenar”, tampoco se ha hecho uso de muchas otras como “igualá, costero, delantera, trasera…”, estando, en la actualidad, asimiladas completamente dentro del “argot costalero”.

Dicho todo esto, es difícil concluir que término es más idóneo, dado que dentro de un contexto puramente costalero, ambos se interpretan de la misma forma, convirtiéndose en sinónimos, pese a las claras diferencias que observamos en sus respectivas definiciones. Por tanto, entendiéndose ambas palabras como válidas, será cuestión de tiempo ver cual de las dos se termina imponiendo a la otra o si finalmente convivirán las dos como sucede en la actualidad.

En conclusión, costaleros y capataces serán los que tendrán que dirimir este debate decantándose por una o por otra palabra o quizás intercalando ambas. ¿Y tú que harás esta Cuaresma? ¿Ensayar o entrenar?


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