La tradición nos dice que el templo principal de una ciudad suele estar dedicado a su santo patrón. En Chiclana de la Frontera, el templo mayor fue consagrado a San Juan Bautista, remontándonos a comienzos del siglo XVI que es cuando fue levantado el templo en honor del Santo Precursor de Cristo.
Sería en 1510 cuando se construye la primitiva iglesia de San Juan Bautista, en una etapa de crecimiento de población que se debe en gran parte al Descubrimiento de América, cuando el Duque de Medina Sidonia, señor de la villa de Chiclana, contribuye con la edificación del templo.
La titularidad de San Juan Bautista se debe a la onomástica habitual de la Casa de Medina Sidonia, cuyos duques alternaban con frecuencia el nombre de Juan. La primitiva iglesia se construyó siendo duque de Medina Sidonia D. Juan Alonso de Guzmán y Zúñiga, quien estaba casado con Doña Ana de Aragón -nieta del rey Fernando el Católico- y era familiar directo de Antonio de Zúñiga y Guzmán (1480 - 1533), prior de la Orden de San Juan de Jerusalén (la posterior Orden de Malta o de San Juan, cuyo símbolo es la cruz de ocho puntas). D. Antonio de Zúñiga y Guzmán era, a su vez, nieto del primer duque de Medina Sidonia, Juan Alonso de Guzmán.
A la duquesa Doña Ana de Aragón le debemos el origen de importantes devociones titulares de algunos de los templos chiclaneros, al mandar construir varios de ellos: la ermita de Santa Ana (la primitiva capilla, no la actual que es del s. XVIII), la iglesia de San Sebastián, así como la iglesia de San Juan Bautista, cuya advocación dedica a su esposo para que sea la primera parroquia de la villa de Chiclana.
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Imagen actual de San Juan Bautista (Patrón de la ciudad de Chiclana), talla genovesa del s. XVIII (c. 1730).
La Cruz de San Juan (o Cruz de Malta), símbolo de la Hermandad Sacramental del Santo Patrón, es la insignia o venera que desde el siglo XII usaban los caballeros hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén.
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