Acabó una nueva Semana Santa y, como no podría ser de otra forma, lo hizo con la Procesión del Señor Resucitado. Una procesión, que sirve como epílogo a una intensa semana en la que hemos vivido grandes momentos y otros no tan buenos por culpa de la lluvia. Precisamente, esta tarde la Hermandad del Amor regresará a su templo, desde la Iglesia Mayor, tras haberse tenido que refugiar el pasado Martes Santo.
Pero volviendo al tema de la Procesión del Resucitado, debemos apuntar lo estancada que se encuentra, sin evolución o mejora evidente a lo largo de los últimos años. Y no deja de ser paradójico que el misterio fundamental y básico del cristianismo, la Resurrección, tenga un carácter menor en nuestra Semana Mayor en cuanto a devoción y "puesta en escena" en la calle. Quizás sea el momento de que alguna Agrupación Parroquial de las que en estos últimos años afloran, tomara las riendas de esta procesión y pudiera llegarse a erigir en Hermandad de la Resurrección. Quizás sea cuestión de tiempo... y de ganas.
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