De vuelta a casa

19:11:00

Ahora, sí. Ya sonó el aldabonazo que puso fin a la última chicotá de esta Semana Santa 2016. Y sonó en el interior de la Parroquia de San Antonio, tras la vuelta de la Hermandad del Amor a su templo, tras haberse visto obligada a quedarse en la Iglesia Mayor el pasado Martes Santo, por culpa de las inclemencias del tiempo.

La Hermandad de Fuenteamarga iniciaba su regreso desde la Parroquia de San Juan Bautista a las cinco de la tarde. Con un cortejo bien organizado y acompañado por un buen número de fieles, el paso del Señor del Amor comenzaba su caminar. El paso estaba precedido de cuerpo de acólitos y bajo el mando de Juan Carlos Jiménez, caminaba con un son largo y acompasado, tras las levantás que se sucedían tras tres toques de martillo, dado que el paso carecía de acompañamiento musical por recomendaciones del Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías. Una pena.

Al cortejo procesional se le fueron uniendo varias decenas de fieles a lo largo del camino que, caminando tras el paso del Señor del Amor, entonaron diversos cantos litúrgicos de forma espontánea. Se pudo comprobar la implicación de la barriada de Fuenteamarga y colindantes, con esta joven Hermandad, un activo por el cual han trabajado sus responsables desde el primer día.

El Señor, ataviado con una túnica blanca que nos hacía recordar el inicio de la Pascua de Resurrección, entraba en su templo a eso de las seis y cuarto, poniendo punto y final a los desfiles procesionales de esta Semana Santa 2016.

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