A las 19:00 horas de la tarde ponía la Cofradía de Afligidos su cruz de guía mirando al cielo con la preocupación de que la estampa que vivimos ayer volviese a repetirse, pero no fue así, la lluvia no fue protagonista esta vez en la jornada del Martes Santo chiclanero.
Poco a poco asomaba el misterio de Afligidos al dintel de la puerta lateral de San Telmo exornado este año de manera exquisita con un exorno floral silvestre compuesto por orquídeas, cardos y flores variadas de tonalidades púrpuras. También a destacar el nuevo manto de terciopelo azul que estrenaba María Santísima de los Desconsuelos con el que lucía de forma radiante.
El tiempo respetó, y el cortejo fue enfilando Carrera Oficial, Ayuntamiento y Álamo hasta llegar a la Plaza Mayor donde aguardaban la espera cientos de chiclaneros, donde el buen hacer de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros de Afligidos que hoy estaban de estreno junto con el costal como nueva herramienta de trabajo se hizo de notar.
Tras la Estación de Penitencia se siguieron viviendo momentos muy emotivos a lo largo del recorrido como en la Plaza del Santo Cristo o en la estrechez de la calle Obispo Rancés.
Otro momento muy especial llegó ya de vuelta a San Telmo en la calle Vega donde Manuel Jesús González Butrón entonó una marcha a piano como ya viene siendo de costumbre cada Martes Santo.
En torno a las 00:30 horas de la noche llegaba la Cofradía de Afligidos a su Parroquia y la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme de Dos Hermanas seguía interpretando marchas una tras otra en la recogida con una gran afinación y potencia musical, sin duda una gran labor la de estos componentes que no dejaron de tocar en ningún momento de la tarde. Y así terminaba un Martes Santo que sin lugar a dudas quedará en el recuerdo de todos los hermanos e historia de la Cofradía, especialmente para esos Hermanos Costaleros que volvían a portar a sus titulares tras meses de duros ensayos y trabajo.
| Redacción: Jorge Carmona Betanzos |
| Redacción: Jorge Carmona Betanzos |
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